Como decía en la entrega anterior, un mensaje creíble se logra si hay concordancia entre lo que nuestras palabras dicen y lo que nuestro cuerpo dice al oyente. Cuando hay discrepancia entre estos dos mensajes, esto es captado por el escucha (muchas veces inconscientemente) y el resultado de la presentación no es satisfactorio.
El cuerpo
Para continuar con los aspectos visuales de la presentación, veremos algunos consejos sobre que hacer con nuestro cuerpo en la presentación.
Cuál es la postura correcta? Debo quedarme quieto o caminar? Y si tropiezo?
Nuestro cuerpo debe permanecer erguido mientras estamos realizando la presentación, con el peso distribuido entre ambas piernas y evitando balancearse de costado mientras permanecemos parados.
En cuanto al movimiento es importante caminar de un lado a otro de la sala de modo de estar tan cerca como podamos de cada uno de los oyentes. Cambiar de lado implica que nos importa llegar hasta cada rincón para comunicarnos con la persona que esta mas atrás en la sala y a la que muchas veces se olvida. Si combinamos este movimiento con la vista de la que hablábamos en nuestra entrega anterior, tendremos el efecto deseado, o sea un contacto personal con cada individuo presente, y el despertar del interés de todo el auditorio. No olvidemos al caminar de costado para cambiar de lado en al sala, continuar mirando hacia el público y no a la pared que tenemos enfrente y que momentáneamente nos puede servir de escape para aliviar la presión que implica la gente. Nosotros mandamos sobre el escenario y nuestra presencia no debe decaer.
Al cambiar de lado Ud. evita asimismo obstaculizar la visión de las personas más cercanas y a las que el presentador puede molestar en el momento de ver la pantalla. Sin embargo esta preocupación debe ser mínima ya que lo importante es lo que estamos diciendo y lo proyectado debe ser solo un apoyo.
Si al caminar pasa frente a la luz del proyector, hágalo con naturalidad, rápidamente y no se quede frente al haz luminoso mas que por el tiempo del pasaje.
Cuando una persona hace una pregunta y nos disponemos a responderle es importante no retroceder, sino más bien aproximarnos a ella lo más posible, ahí si, dedicándole unos segundos en exclusividad.
Si disponemos de un rotafolio donde escribir y lo hacemos, es importante no dar la espalda al público al igual que no debemos hacerlo si miramos a nuestras propias transparencias.
¡¡Mire a su público!! No a la pantalla.
¡¡Mire a su público!! No a la pantalla. Si tiene un computador personal donde figura la transparencia, mire ahí si desea recordar algo pero luego retome el contacto con el auditorio. Tampoco intente esconderse detrás del rotafolio o un atril que pueda haber en la sala. Muéstrese natural para que su público le tenga confianza y por lo tanto confianza en el mensaje que esta transmitiendo.
Los brazos y las manos
Que hago con mis brazos y mis manos? Esta debe ser una de las peores pesadillas para un presentador novato. Parece no encontrar donde colocar los brazos, como que sobran. Sin embargo son una herramienta fundamental para la expresión corporal.
Los brazos deben permanecer a los lados del cuerpo y nunca en los bolsillos, deben están sueltos, no tensos y lo ideal es que acompañen lo que estoy diciendo con gestos suaves y expresivos. Claro, que fácil decirlo! Sabemos que no es fácil lograr una buena utilización de los brazos y manos durante la presentación.
¡Diga con sus brazos lo mismo que esta diciendo con sus palabras! Intente dar la presentación sólo con movimientos y sin usar palabras al ensayar. Realmente tiene mucho para decir con sus miembros superiores, inténtelo y verá.
Por favor no cruce los brazos frente a su pecho cuando se enfrenta a su público, Ud. vera que cuando lo hace inconscientemente esta cerrándose, diciendo a la gente que está incómodo, que quiere irse de la presentación. Tampoco coloque las manos atrás de la espalda agarradas una con la otra o en el frente de su cuerpo en una posición conocida como hoja de parra.
Muchos presentadores mantienen en una de sus manos un objeto que los ayuda a no desviar las manos a los bolsillos. Por ejemplo se puede sostener una lapicera o un puntero láser. Lo que uno sujeta en la mano al mismo tiempo puede servir para señalar tanto en un rotafolio, como en una transparencia. Si disponemos de un puntero láser no se debe abusar de este excelente medio y solo utilizarlo cuando es estrictamente necesario. Es muy bueno como apoyo pero usado en exceso cansa y pone nervioso al auditorio.
El consejo fundamental nuevamente es practicar, ensayar, ser criticado y aprender de los errores propios y ajenos. Es importante alguna vez ser filmado y luego visto por uno mismo en actitud critica para mas tarde, repetir el procedimiento realizando los cambios necesarios. Hágalo!!! Progresará y mucho.
El consejo fundamental nuevamente es practicar, ensayar, ser criticado y aprender de los errores propios y ajenos
Desarrolle su propio estilo de presentación, mejórelo y disfrute sus presentaciones. ¡Buenas presentaciones!
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