El pasado 28 de julio leía un informe en CNN que revelaba que los jóvenes estadounidenses pasan más tiempo»navegando» por Internet que en frente a una pantalla de televisión.
Datos que no me sorprendieron. A diario somos testigos de cómo Internet se va instaurando en todos los ámbitos. Lo interesante del informe es que aún después del «fenómeno de las .com», Internet sigue creciendo a un ritmo acelerado y en ocho años ha logrado lo que a la televisión le llevó más de cincuenta.
La mal llamada «burbuja de Internet» y las posibilidades reales de comunicación e integración que brinda la Red demostraron ser temas totalmente independientes; el primero, un «error» de brokers y calificadoras de riesgo, el segundo, una oportunidad de negocio que aún sigue creciendo. Hay que decidir si quedarse con la excusa del primero o aprovechar la oportunidad del segundo .
Aún después del «fenómeno de las .com», Internet sigue creciendo a un ritmo acelerado.
Y bajo esta realidad subyace un desafío para las empresas uruguayas, definir que posición estratégica van a adoptar con respecto al uso de Internet en sus negocios, y que acciones tomarán para articularlas en el nuevo marco de competencia y oportunidades global.
Sin embargo, nuestro trabajo reciente con clientes en Uruguay revela que existe un «divorcio» entre los empresarios y la tecnología. Una «falta de conocimiento» de quienes definen el rumbo de las organizaciones, que frecuentemente les dificulta visualizar los beneficios de aplicación de la tecnología, y por lo tanto, su consideración en las definiciones estratégicas.
La capacitación debe ser entonces una de las acciones inmediatas por parte de las organizaciones. Incorporar estas herramientas en el pensamiento estratégico de la empresas permitirá planificar un desarrollo tecnológico alineado con los objetivos del negocio y disfrutar así sus beneficios
Percibimos a Internet como algo más que redes de alta velocidad, nos concentramos en «que puede hacer usted con Internet» más que en «que puede hacer Internet».
Por otro lado, la mayoría de las descripciones del futuro de Internet se expresan en término de «ancho de banda», lenguaje foráneo para el hombre de negocio y que lo único que logra es terminar siempre con ANTEL en el centro del debate; un camino sin salida.
Nosotros percibimos a Internet como algo más que redes de alta velocidad, nos concentramos en «que puede hacer usted con Internet» más que en «que puede hacer Internet». En este enfoque, el futuro de Internet está más asociado a la existencia de «aplicaciones», soluciones de negocio que usen Internet como canal y que no se concentran tanto en temas como «ancho de banda».
La infraestructura vial es fundamental para el desarrollo de un país, pero claramente no definen el futuro del mismo, se necesita camiones que circulen, mercancías que transportar, empresas que la produzcan, consumidores y empresarios que la considere en sus estrategias. Con Internet pasa lo mismo.
En Uruguay ya estamos usando estas aplicaciones, principalmente de empresas de otros países.
Internet es un viabilizador tecnológico sobre el cual es necesario desarrollar aplicaciones para aprovechen su potencial, aplicaciones que involucran la tecnología, pero que también requieren estrategia y transformación de procesos
Esta es la manifestación visible de e-business, el desarrollo de estas aplicaciones que se integran y potencian al negocio de las compañías. En Uruguay ya estamos usando estas aplicaciones, principalmente de empresas de otros países. La pregunta es que van a hacer las empresas uruguayas para reaccionar frente a este hecho.