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El lanzamiento al mercado del navegador Chrome ha generado revuelo: se olfatea que hay algo grande detrás de esta movida y no se necesita ser un experto para darse cuenta. El objetivo de Google no es ni Internet Explorer, ni Firefox, es uno y solamente uno: Microsoft.

Acuartelados en sus fortalezas Microsoft y Google se atacan permanentemente con munición de diverso calibre y con diverso éxito. Los últimos tiempos han visto a Google salir airoso en la mayoría de los casos, a veces a partir de sus ataques como con Google Desktop y a veces con el éxito de la defensa, como con las pocas nueces del proyecto Live.com y los reiterados anuncios de un súper buscador para MSNSearch. También Google tiene sus derrotas: Google Docs y Spreadsheets nunca dejaron de ser un Beta de laboratorio, sin chances de amenazar la omnipresencia de Office.

Acuartelados en sus fortalezas Microsoft y Google se atacan permanentemente con munición de diverso calibre y con diverso éxito

El lanzamiento de un navegador como Chrome es significativo en esta contienda: munición gruesa apuntada por debajo de la linea de flotación.

El lanzamiento de un navegador como Chrome es significativo en la contienda Google/Microso ft: munición gruesa apuntada por debajo de la linea de flotación.

Las aplicaciones de escritorio

Un usuario trabaja habitualmente en tres dominios: las aplicaciones corporativas, las aplicaciones de escritorio y la navegación por Internet. Las batallas entre Microsoft y Google se libran en estas dos últimas. La navegación por Internet es el dominio de Google: más del 60% de las búsquedas del mundo (más del 85% en nuestra región) le pertenecen. El escritorio es la fortaleza inexpugnable de Microsoft, los comentarios al respecto huelgan.

Para dar el paso, para ganar definitivamente la batalla, Google tiene dos alternativas: «entrar» en el escritorio o minimizar su importancia. Chrome intenta aportar en las dos direcciones y por eso decimos que es munición gruesa debajo de la linea de flotación de Microsoft.

La apuesta más fuerte de Chrome hacia los dominios de Microsoft está dada por dos características: su interfaz y el nuevo motor JavaScript. Con respecto a la interfaz, elimina todo lo que implícita o explícitamente el sistema operativo impone a las aplicaciones: el marco de la ventana, el ícono arriba a la izquierda, el título de la ventana, el menú debajo. Sumado a esto, no respeta el estilo y recomendaciones de interfaz de Windows, por lo que se separa aún más del sistema operativo y de las aplicaciones de escritorio tradicionales en Windows. El único «resabio» de Windows es la barra de tareas, en la parte inferior de la pantalla, que el navegador no puede (o no quiere) controlar.

Detrás de esta definición está la intención de que el navegador interactúe y se vea exactamente igual en todas las plataformas, que sea lo mismo ejecutarlo en Windows, que en Linux o en Mac (Chrome aún no está disponible para otra plataforma que para Windows), en un celular o en el lavarropas. El objetivo es hacer que la plataforma sea irrelevante o dicho de otra forma, que la plataforma sea el navegador.

El objetivo es hacer que la plataforma sea irrelevante o dicho de otra forma, que la plataforma sea el navegador

JavaScript es el otro pilar. Siempre ha sido, para ser sinceros, un lenguaje de programación de segunda categoría: no permite desarrollar aplicaciones completas, pues requiere alojarse en una página Web, es orientado a objetos «pero no mucho», genera un código terrible y complicado, funciona distinto según el navegador, genera en su ejecución errores y excepciones y por sobre todas las cosas es lento: lento de bajar y muy lento de ejecutar. Google tomó de los proyectos existentes casi todo: el motor de rendering, ideas de interfaz, código. Pero desarrolló de cero el motor de ejecución de JavaScript, con el propósito explícito de hacerlo rápido y estable. Lo bautizó V8. Y aparentemente lo logró: según las primeras mediciones es del orden de las 100 veces más rápido que Internet Explorer y 10 veces más rápido que Firefox en este punto. Si es estable aún lo veremos, pero la arquitectura de manejo de procesos y con múltiples definiciones específicas en esta dirección parecen asegurarlo.

¿Porqué JavaScript es tan vital? Porque es el soporte de las aplicaciones que ejecutan en el navegador. Por lo menos, es la apuesta de Google en este punto. Para poder poner dentro del navegador funcionalidad con intención de competir con Word, Excel, Outlook y otras aplicaciones de escritorio, se necesita una plataforma sólida. El primer paso fue AJAX, Chrome y V8 son el segundo.

JavaScript siempre ha sido, para ser sinceros, un lenguaje de programación de segunda categoría

Otros puntos fuertes

Si hay algo que Google ha mostrado es que está lejos de ser tosco o aparatoso en sus movidas. Chrome no es la excepción. Si bien los puntos estratégicos en la batalla con Microsoft son la interfaz independiente y el motor JavaScript, no hay nada descuidado en el conjunto del producto, a pesar de tratarse de una Beta (Google nos tiene acostumbrados a mantener sus productos en Beta durante años, por lo que esto no necesariamente un indicativo de nada).

Chrome tiene un estilo muy Google, simple, directo y limpio, minimalista con clase.

Los tabs son la esencia de la interfaz, están arriba en el navegador y cada uno contiene completamente una página/aplicación, con su barra de dirección y sus botones. Es más lógico y natural que una única barra de dirección que cambia al clickear tabs que están jerárquicamente debajo.

La barra de direcciones es también barra de búsqueda, algo que Internet Explorer tiene hace años y Firefox tiene desde la primera versión. Google le puso nombre, se llama «Omnibox» y dice que funciona realmente. Está por verse. Tal vez haber perdido la caja de búsqueda que Firefox agregó al lado de la de direcciones no sea una gran decisión.

La página de inicio está basada en la de Opera, pero con miniaturas de las páginas más visitadas. Se agrega una caja de búsqueda y las páginas recientemente visitadas de favoritos.

Incorpora una funcionalidad para navegar de «Incógnito», sin dejar rastros. No se almacenan las cookies, el cache, el historial y otros datos que habitualmente quedan en el equipo después de visitar una página. Parece simpático, pero está lejos de ser significativo.

Como resumen se puede decir que tiene un estilo muy Google, simple, directo y limpio, minimalista con clase. Se trata de un producto de primera linea, sin perforaciones o huecos de interfaz o funcionalidad.

¿Conseguirá un lugar?

Pienso que sí. Que rápidamente va a conseguir sobrepasar a los navegadores menores y ponerse a la par de Firefox, a quién probablemente quite participación. Sin embargo esta no es la pregunta importante, la pregunta realmente importante es si se constituirá en una nueva plataforma para la ejecución de aplicaciones. Y la pregunta no es si técnicamente eso es factible, sino si esta modalidad conseguirá adquirir una participación de mercado significante. Y más aún, si lo consigue en base a Google Chrome. Esta pregunta es sensiblemente más difícil de contestar. Veamos algunas opciones.

la pregunta importante, la pregunta realmente importante es si se constituirá en una nueva plataforma para la ejecución de aplicaciones

Una chance es que las aplicaciones de Google (Gmail, Maps, Desktop, Docs, Spreadsheets, etc.) funcionen mucho mejor en Chrome y la combinación Google Apps + Chrome se transformen en un nicho. Esto significaría que Google perdió la apuesta.

Otra opción es que no consigan entrar fuertemente en Windows, pero sí lo hagan en otros dispositivos y plataformas: celulares, PDAs, GPSs y todas las variaciones e integraciones de las mismas con otros aparatos electrónicos.

Google sabe perfectamente lo que hace y es razonable pensar que también sabe que esto no alcanza. Es de esperar que tenga más sorpresas en la galera

Pero el triunfo total, el estado de «misión cumplida» implicaría la utilización ubicua de Chrome como plataforma de ejecución de aplicaciones de Google y de terceros, porqué no inclusive de Microsoft. Y aquí me animo a decir: Chrome no alcanza. No es suficiente un navegador, por lo menos como los conocemos hasta ahora, inclusive con los aditamentos y mejoras de Chrome, para sacar la ejecución de las aplicaciones del escritorio y llevarlas a la red, con el navegador como plataforma. Pero no cometamos el error de asumir esto como un tema cerrado, Google sabe perfectamente lo que hace y es razonable pensar que también sabe que esto no alcanza. Es de esperar que tenga más sorpresas en la galera.